viernes, 12 de marzo de 2010

Clases de baile


En la escuel abrieron un curso de baile. La maestra que venía a anunciarse para abrir su taller era la misma que lo daba en la escuela hermana de la mía.
Me agradó, una por que quería a aprender BIEN (sí bailo, pero quiero bailar así bien bien), dos porque los sábados como que me aburro en mi casa, y tercera porque a falta de GYM (sí, es mi trauma) quería hacer una actividad los fines.

Llegó el sábado y me presenté al lugar, me encontré a Ceso, y a otros amigos ahí. Uno de ellos me dijo que fuera su pareja y así fue. Ahí comienza el por qué de este tema.

Al momento que empezábamos a "bailar", nos estaba costando mucho coplarnos, llevar el paso, llevar el ritmo. Yo no soy una persona muy coordinada y soy un tanto torpe, pero mi querida pareja era peor. No me llevaba el ritmo, y yo no se lo llevaba. Me pisó los pies un par de veces, y sus movimientos eran rudos y torpes. No digo esto con el fin de ofender, yo no tenía la delicadeza de una bailarina de ballet, pero lo que fuera mi amigo era caso pérdido. Hasta que por fin se dió fin a la primera mitad de la clase para ir por un refrigerio.

Salí por un té y una paleta. Se acabo el receso e íbamos de regreso. Y no encontré a mi pareja, en eso me dispuse a platicar con Ceso y su novia, cuando de pronto la maestra pidió que hicieramos parejas otra vez. Éramos más niñas que niños y eso hacía que quedaramos niña-niña. Ya estaba con una chava y llegó un amigo, me dijo que si sería ser su pareja y no quería ser grosera con la chava, pero si me hubiese gustado intentar con él, a fin de cuentas le dije que ya no podía. De pronto llegó mi primera pareja y me tomó de la mano, el otro quedó con la chava con la que estaba, y ya todos felices.

El punto es que se acabó la clase y mi amigo/pareja super animado me dijo que para la siguiente clase ya íbamos a saber todo. No contesté nada y me despedí.

Ahora sí, ¿qué onda con esto?

De camino a mi casita iba pensando en la manera de decirle a mi amigo que ya no fuéramos pareja, que intentaramos con otros. Que era por que no nos coplábamos bien, etc etc. El hecho es que sentí como si cortara a alguien, pues era buscar un buen motivo sin lastimarlo! Hasta llegué a pensar en decirle "no eres tú, soy yo". Esto me puso mucho a pensar con respecto a cuando andámos con alguien, vamos a andar, o a cortar.

Existen ciertas similitudes entre una relación personal a un baile.

Primeramente es buscar una pareja, con quien se lleve el ritmo, no se pisen el uno al otro y concentren su mente en cada paso que se da.

Luego es ver si cada paso de baile es el correcto. Sí con el movimiento de uno el otro no se caerá.

Y después es buscar la melodía correcta para así, una de dos, o terminar la danza, o continuar con otra más suave, fuerte o salvaje.

Hay de melodías a melodías, desde la más dulce y suave como el vals, la divertida como el ska y la más sexy como el tango.
Debo agregar que para la siguiente clase ya no fui, ni la siguiente, ni la siguiente. Motivos: Flojera máxima, era en otro lugar, y la clase no me agradó del todo éramos más de 100 monitos queriendo aprender a bailar y una maestra. Pff... Así no se puede. Pero me ahorré eso de decirle a mi amigo que como pareja de baile, no la hacíamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Myself:


Oye, sí, así te ahorrabas la parla del rechazo.

:)

Aunque sí. Mejor meterte en un gym, no?